Admisiones fuera de lista

Un puto pulsómetro.
Destruído, sobrepasado.

Los árboles dicen que no
que huelga
que es jodidamente imposible
reponer todo el oxígeno que me quitas.

Te entiendo
yo tampoco lo entiendo.

He colapsado con tus defectos
y me han quedado secuelas de tus fracasos.

Todo lo que dolía ver(t/m)e en el espejo.
Estar en el puto filo de vete a saber qué.

Encontrarnos como conejos y olvidarnos como peces.

Escándalo del barrio.

Todo lo que siempre me arruina la vida.
Todo lo que hace que siempre tome la decisión equivocada.
Todo lo que nunca puedo controlar.
Incluso todo lo que odio de mí misma.

Quizá solo hemos tropezado por pura casualidad
pero cualquiera diría que vienes a cobrarme las deudas que debo a la luna.

Entiendo que te vayas.

Porque estás a tiempo.

Formas de aceptar la derrota

Quiero sacar este gusano de dentro de mí
mutilarlo
para ver de dónde ha salido
para acabar con él de una vez por todas.

No soy yo.
Y me niego a serlo.

Estoy vomitando raíces que nunca escogí.

El restaurante está cerrado.

¿Cuántas cartas tengo que mandarle a la muerte
avisando que voy de camino?

Siempre llego tarde.

Y el café siempre está frío.

Tormenta en mi agujero negro

luna vacía

trece mariposas riéndose de mí

y no hay manera de olvidar.

Auxilio ejemplar.

La verdad es que no me atrevo
a que a alguien
le guste mi desastre
tanto como a mí.

Nadie me ha acariciado nunca las cicatrices.

Nadie se ha colado nunca en mi desierto.

Nadie se ha puesto al pie del cañón
en plena tercera guerra mundial.

Conmigo.

Nadie me ha empujado nunca
para librarme de una bala.

No recuerdo cuántas veces apreté el gatillo.
Dejé de contar el mismo día que empecé a vivir.

Ya no necesito que te atrevas
a mirarme a los ojos.
No quiero que veas mis gritos
en forma de pupilas
pidiendo auxilio
en alta mar.

Ahora floto en mi tsunami.

Ánclate conmigo
o vete.

Casi olvidándote.

Sabe el cielo que no conozco los lunares de tu espalda
pero que he dibujado te quieros
en tu columna vertebral.

Supongo que la oscuridad es lo que tiene.
Lo que tienes.
Lo que nadie puede ver
porque tú mismo escondes.

Quise descubrirte
pero aquella noche estaba nublado
y no vi que la luna no estaba llena.
Que yo no estaba llena.
Que tú nunca me llenarías.

Que nunca encendías tu estrella
para alumbrar nuestros sueños.

Creo que te idealicé.

Pero juro haberte desconocido como nadie.
Me apuesto el cuello a que pudiste brillar.

Tus más oscuros demonios
llegaron para quedarse.

Las rosas siguen marchitas
pero siguen siendo preciosas.

Sigo creyendo en el amor
pero con nadie que me recuerde lo más mínimo
a nuestro nunca lo que soñé que seríamos.

Has ganado.

Aposté por ti
y perdí.

Ruina social

Puto éxtasis mental
orgasmo personal
arcoiris interconsciencial
sensaciones en canal
puto caos
mental.

Puta s(o/u)ciedad.
Basura tridimensional.
Personas de dudosa calidad.
Barreras a reventar.
Máscaras
de publicidad.

Delirio de realidad
inconcluencia general
medicina espacial
droga legal
de todo
menos normal.

Trece días después.

Cómo has podido bucear

encontrar la llave del candado

y hacerme añicos.

Cómo has podido triturar

todo lo que quise que fuéramos.

Cómo se pasa del amor

a ceniza.

Cuándo ha sido el entierro.

Cuándo has matado a Cupido

descuartizado los martes 13

y  arrancado los 14 de febrero

de todos los calendarios chinos.

Cuándo te has convertido en una copia tan barata de ti mismo.

¿Cuándo te has perdido

y te has encontrado en coma?

Dime, ¿quién ha sido?

¿Quién ha sellado con cemento

nuestro amor eterno

cuando aún latía?